miércoles, 8 de febrero de 2012

El problema soy yo

¿Cuántas veces en medio de los problemas que enfrentamos a diario hacemos esa declaración? ¿Somos capaces en medio de una situación tensa de aceptar nuestros errores y de enmendarlos, o al menos disculparnos? Les digo, a mi me cuesta bastante a veces. Siempre es más cómodo echarle la culpa a cualquiera que no sea yo.

Admitámoslo, es vergonzoso. Es humillante. Se siente mal dentro nuestro. Significa una especie de derrota frente al otro. Y sin embargo, demuestra verdadero carácter. Porque implica sinceridad. Manifiesta humildad. La aceptación de nuestros errores demuestra madurez.

¿Hay alguna característica que te señalen diferentes personas muchas veces? Ponle atención, quizas sea algo que necesites revisar y cambiar. Todos, absolutamente todo necesitamos cambiar varios aspectos de nuestra conducta. Si no fuera así, viviriamos en un mundo perfecto. Eso de que "yo soy así, y me tienen que querer como yo soy", es un argumento de adolescentes que es mitad verdad y mitad mentira. Porque una cosa es la manera de ser (extroversión, gustos musicales,  o de vestir) y otra nuestro comportamiento frente a otros (la mentira, el ventajismo, la manipulación).

Lo que quiero transmitir es la necesidad que tenemos de revisarnos seriamente a nosotros mismos más que a los demás. De asumir una cuota de responsabilidad por nuestro mejoramiento personal, dejando que los demás puedan ver por sí mismos sus faltas. Cuando nosotros nos hayamos encargado de nuestros errores, entonces estaremos en capacidad de volver a ver los de los demás, y de ayudarlos con ellos.

Paz para todas y todos.


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