domingo, 17 de marzo de 2013

El legado del hombre

Aquí estoy otra vez. Después de casi un mes. Impresionado acerca de los últimos acontecimientos en nuestro país. Dolor. Furia. Violencia verbal. Incomprensión. Bandos. Enemistades. Mentiras. Verdades a medias. Miedo. Son algunas de las palabras que pueden ayudar a definir estos momentos.

Coversando con mi familia, a veces no en el mejor de los tonos, entiendo que vivimos en un momento incierto y algo confuso en Venezuela. Nuestra crisis, más que económica o política, es social en el sentido de los que llamamos "valores". Surgen sentimientos encontrados entre nosotros. Les remito un excelente artículo que me sirve de punto de partida para lo que quiero expresar hoy.

http://polisfmires.blogspot.com/ (leer "A Venezuela le falta Dios")

Y es que veo con asombro cómo se han levantado adjetivos que califican al fallecido presidente como "Cristo de los pobres", "segundo libertador", "redentor", y tantos otros que me quedo anonadado. Entiendo que son expresiones cargadas con la emoción del momento. Pero justamente esas expresiones emocionales me hacen pensar en lo que queda al descubierto de nuestra vida social, de nuestra auténtica fe en un sentido muy amplio y colectivo.

No se trata solamente de las palabras que se pronuncian. Se ha venido conformando un estímulo al culto del personaje. Se hace mención de su nombre, de su vida, de sus dichos y obras. Y se le continuará repitiendo como se ha hecho durante estos años, y parece no tener respuesta, no tener rivales. Simplemente es indetenible, invencible. De esta manera se va generando la leyenda y el legado de un hombre.

Pero lo que más me impresiona es la falta de referencias adicionales dentro de nuestros corazones. Parece que el fallecido presidente es lo mejor que le ha pasado a este país en cientos de años. Como si ninguna otra contribución, ninguna otra personalidad, ningún otro legado hubiera calado en nuestras vidas como la vida de Hugo Chávez en Venezuela. Seguimos teniendo esa falta terrible de identidad, de valor propio, de raíces. Y al parecer hemos encontrado raíces en las ideas y en la vida de Chávez.

Se está hablando de un legado de amor. De amor por la gente. Yo digo que si en verdad ese es el legado que este personaje nos dejó, entonces deberíamos comenzar a ver ese legado demostrado en una sociedad más tolerante, respetuosa, bondadosa, reconciliadora, justa, piadosa, pacífica y llena de gratitud entre sus habitantes. De lo contrario, entonces su legado no es tal como lo están predicando sus seguidores.

Porque si es que ahora realmente tenemos una nación nueva, debemos verlo en el carácter de su gente, más que en asuntos de índole físico. Si una nación está siendo transformada, y esa transformación es para mejor, la evidencia de esa transformación debe comprobarse en el día a día de nuestras relaciones con nuestros vecinos, en el trato que nos damos, en cómo percibimos al otro y a nosotros mismos, todo lo cual dará como resultado final el bienestar que todos anhelamos para nuestra sociedad y nuestro mundo. Si eso no se evidencia como producto de esta ideología, entonces el legado del finado no era tal y como se dijo.

Yo veo un legado distinto. Pero claro que puedo estar equivocado, parcializado. El tiempo lo dirá.