viernes, 19 de agosto de 2016

Sufrimiento con propósito

La vida implica sufrimiento. Simplemente es así. Podemos buscar mil maneras de evadirlo. Pero ahí está. Enfermedad, muerte, injusticias. Dolor. Es inevitable.

Pero no por ser inevitable tiene que ser todo un drama sin sentido. El sufrimiento en la vida tiene un propósito. He escrito sobre esto otras veces, pero pienso que es un tema que debe repetirse de muchas maneras, por su vigencia continua y su necesidad de ser conocido.

Me viene a la mente una película que me gusta mucho. Es Karate Kid. Pero la original, protagonizada por Ralph Macchio y Noriyuki "Pat" Morita (1984). Me parece que una de las mejores escenas es aquella en la que, luego de pasarse varios días lavando carros, encerando pisos y en tareas similares, Daniel (Macchio) se enfurece, agotado y confundido al ver que su "maestro" de Karate sólo le asignaba tareas cotidianas extenuantes, y aparentemente nada de Karate.

Al confrontarlo, el señor Miyagi le responde a su estudiante, diciéndole: muéstrame cómo lavas autos. Muéstrame cómo enceras autos. Enseñame cómo lijas pisos. Acto seguido, ataca a Daniel, y éste, sorprendido, se defiende con los mismos movimientos con los que lavaba, enceraba y lijaba. Justamente todas esas cosas sin sentido lo estaban "enseñando" sin él saberlo hasta ese momento.

La cotidianidad debería enseñarnos algo.

Nuestra situación puede ser a veces muy adversa. Vivir en nuestro país es muy difícil hoy. Pero no debemos rendirnos ante la idea de que simplemente "nos la tenemos que calar". Cada día, cada experiencia dura, difícil, y aparentemente sin sentido, puede adquirir un propósito si nos aprestamos a ser enseñados. Como lo dice la Escritura:


Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, 
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
(Romanos 8:28, RV60)

El apóstol nos dice sabemos. Mi pregunta para ti es: ¿lo sabes? ¿Reconoces que el sufrimiento tiene un propósito? Oro porque así sea, y que puedas descubrirlo junto a Dios día a día.

Bendiciones.