viernes, 6 de enero de 2012

¿Culpa o Responsabilidad?

Nuestra extraña naturaleza humana tiende casi siempre a buscar culpables para todos los malear que nos afligen. De esa manera trnquilizamos nuestras conciencias. Siempre que los culpables no seamos nosotros mismos, por supuesto. Es mucho más sencillo acusar, señalar, condenar.


Hace unos meses tuve que comparecer como testigo de un crimen ante un tribunal. Yo no presencié el hecho pero me citaron porque yo traté a la víctima y se me requería que yo dijera si esta persona podría inventar el relato del delito. Tuve que ver a la persona acusada ya que era un juicio oral y público. También pude ver a los familiares de la persona acusada. Me enteré luego de que esta persona va a pasar un largo tiempo en prisión.


Para serles honesto, todo el asunto me dejó revuelto y con una sensación de justicia incompleta. Por un lado, ningún tipo de sentencia puede hacer que la víctima duerma tranquila y supere lo ocurrido. El "fresquito" que las personas dicen sentir es algo que dura muy poco. Luego tienes que volver a enfrentarte a tu cotidianidad con la marca de lo que pasó, y seguirlo llevando aunque el ofensor muera delante de ti partido por un rayo. Por otra parte, queda el vacío, la ausencia de la persona acusada, quien ahora perderá su vida en una cárcel, su familia ahora teniendo que cargar también con las consecuencias de las acciones de esta persona. Siempre terminan pagando justos y pecadores por igual.


¡Si tan sólo pudiéramos pensar en las consecuencias de lo que hacemos! ¡Si pudiéramos cambiar esa culpa, ese actuar, y pensar, y vivir por miedo o para aprovecharnos del otro por un sentido genuino de amor y respeto y consideración al otro! Qué diferente es cuando, viendo esa misma maldad que nos rodea y nos invade día a día, decidimos enfrentarla, combatirla con el bien. Cuando decidimos hacernos responsables, no sólo por nuestros propios actos, palabras y pensamientos, sino también por los de otros, no en un sentido de pelear con los demas sino buscando aliviar, reparar, restaurar el daño que otros han dejado.


Tú y yo podemos escoger. Podemos continuar viviendo como víctimas de nuestro pasado, incapaces de cambiar o de ayudar a otros porque nuestro pasado no fue bueno. Eso es estar atrapados por la culpa. O podemos como adultos, decidir recorrer el doloroso camino hacia la madurez, que implica perdonar y nacer de nuevo al amor verdadero.


No existen atajos ni caminos verdes hacia la Verdad. Bendiciones a todas y todos en este nuevo año.


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2 comentarios:

  1. Estimado amigo y ex-alumno, siempre hay que tener en cuenta que el albedrio, la ley de causa y efecto y el Ego, situados en una mente sin entrenar, y viviendo en un "inconciente", es lo que hace de este "mundo" un caos, solo hay una (1) salida y todos en algun momento llegamos a ella, sea en esta vida o......
    Saludos
    Jeinsy Gonzàlez

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  2. Así lo veo también compañero. Muchas gracias por tu comentario. La única salida es el amor. Descubrirlo, recibirlo, y eventualmente transmitirlo a otros. Bendiciones

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