domingo, 18 de diciembre de 2011

Orejas grandes

Muchas veces he dicho que si yo tengo trabajo, es porque muchos padres, o abuelos, o parejas, o amigos, no están haciendo bien su trabajo. Si todos ejerciéramos plenamente nuestra responsabilidad en estas áreas, ¡los psicólogos y psiquiatras nos quedaríamos sin trabajo!

¿Y en qué consiste mi trabajo? Pues una de las principales características de mi trabajo como psiquiatra es la de ser una gran oreja. Aprender a escuchar. A prestar atención. Darle importancia al sufrimiento ajeno. Suprimir mis opiniones al máximo. Servir de recipiente a las frustraciones, tristezas, enojos y también alegrías de los demás. Mucha de la ayuda que se le puede prestar a la humanidad comienza cuando nos disponemos a escuchar simplemente.

Yo soy de la idea de que todos sabemos lo que está mal y lo que está bien. En general sabemos lo que nos sucede y lo que tenemos que hacer para mejorar y para madurar en la vida. Pero en ocasiones necesitamos "escuchar nuestra vida" para descubrir lo que dentro de nosotros ya sabemos, pero que no sabemos que lo sabemos. Esa es la oportunidad que le brindo a quienes me visitan.

Esta es una manera de desarrollar nuestra capacidad para escuchar: cuando alguien quiera conversar contigo acerca de cualquier cosa, determina dentro de ti que no vas a dar opiniones sobre lo que te diga, a menos que te la pida directamente. Adicionalmente, disponte a observar la actitud de la persona cuando te cuenta su cuento - lenguaje corporal y todo lo que te diga cómo se siente la persona con respecto a su problema. Presta atención a las palabras que más repite la persona. En un segundo tiempo, cuando la persona haya terminado su exposición, puede ser pertinente hacer preguntas en vez de dar soluciones u opiniones. La idea es convertirnos es grandes "orejas", en personas capaces de escuchar completamente a los demás. Ese es un gran primer paso.

1 comentario:

  1. Ciertamente que importante es escuchar y que poco lo practico, tratare de ser mejor escucha y menos consejero... de un jefe aprendí que el contexto es a veces mas importante q el cuento per se, y quizás a veces aplica, cuando estamos tan inmersos en el problema q no vemos el macro (en el ojo de la tormenta es difícil maniobrar); pero lo contrario también aplica, a veces son los detalles lo importante, el problema o la situación se resume a una frase, o un instante, es por esto que lo de escuchar es tan importante.

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