viernes, 31 de mayo de 2013

Ambivalencia

Hoy reflexiono sobre la posición que asumimos frente a los asuntos importantes de la vida, en la que no somos "ni chicha ni limonada". Que no estamos ni de acuerdo ni a favor, sino todo lo contrario. O mejor dicho, no adoptamos una posición firme. A eso se le llama ambivalencia. Significa estar en el medio, mantenerse al margen.
Generalmente esta actitud se toma cuando no estamos seguros, o tenemos miedo de expresarnos, o desconocemos el tema. Sin embargo, cuando se trata de asuntos importantes de la vida, ser ignorantes no es una excusa válida. Necesitamos estar bien informados acerca de lo que acontece en nuestro mundo y en nuestro entorno cercano, y de ser posible participar en él para cambiarlo, para mejorarlo. Nuestra opinión cuenta.
Por ejemplo, es importante preguntarnos, ¿Qué opinamos acerca del aborto? ¿o de la eutanasia? ¿del capitalismo o del socialismo? Quedarnos al margen es peligroso, porque no tener opinión ni posición hace que otros terminen tomando las decisiones que nosotros debemos tomar.
Y si tenemos una posición, una opinión formada con respecto a algo, tenemos la obligación moral de actuar en consecuencia. Ser consecuentes con nuestras opiniones implica actuar, involucrarse, ser activos en fomentar el conocimiento y la acción conjunta para llevar a la práctica nuestras ideas. Así la ambivalencia queda fuera. Necesitamos tener opinión, manifestarla y actuar en consecuencia.
La timidez y el miedo no nos llevan a ningún lado. Si creemos en algo, actuemos, vivamos lo que creemos. De lo contrario, caemos en la hipocresía. Bendiciones.

Published with Blogger-droid v2.0.10

No hay comentarios:

Publicar un comentario